Doce Campandas
El viejo reloj,
dejó escuchar ,
las doce campanadas.
Enroscada, en solitarias sábanas,
patética y sombría,
doy la espalda al espejo
que bosteza, aburrido .
Huye el gato,
tomando por asalto
la ventana entreabierta.
En el jardín,
ya no florecen lirios,
las telarañas, tejen a destajo.
Mas allá,
el camino sediento,
ha borrado,
la huella de tus pasos.
Tu sombra,
ya no asombra a los pájaros.
Las campanadas,
empujan puertas,
recorren los rincones.
Soliviantan,
la triste calma de la casa
Insisten lastimeras,
sin encontrar respuesta,
Vuelve el silencio,
a gritarme tu ausencia
Y yo aquí,
hecha un ovillo
tratando de destejer,
mi vida entera.
Este es mi espacio.En él los espero.Cuentos y algo más...puede ser el puerto donde quieras desembarcar después de un día agitado una noche imsomne o simplemente, cuando quieras, que te cuente un cuento y algo más...
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De :Mario Benedetti
De :Mario Benedetti
Estas campanadas no hacen más que resaltar la soledad de esa casa, de su dueña, de la vida alrededor de ella. Después, el silencio, insiste en confirmar la ausencia del que ya no está.
ResponderEliminarUn abrazo de Mos desde mi orilla.