Espejismos
Por
Dolores Fernández
Es
mi destino, quitar las piedras que encuentras a tu paso. Borrar los días grises
y encender las estrellas, en días de tormenta. Cuando sonríes, hago a volar
campanas, entonces, corre mi sangre alborotada de quimeras. Vivo, a la sombra
de tu sombra, rescatando desvelos.
Cuelgo,
en una esquina de la noche mi pertinaz insomnio. Me pruebo el traje de
festejos, la risa de payaso, las manos de alquimista.
Te
sigo paso a paso, me detengo si jalas la correa. Dibujo algarabías en el aire.
Si lo deseas, sujeto tu cintura, bailo la danza que te plazca. Si te apasionas,
me deslizo por las corvas tibias y en tus cumbres oculto mi sonrojo. Trémulo,
me pierdo en la península prohibida. Sediento, abrevo en el panal, la dorada
gracia.
En
la otra orilla del día, tu capricho, me viste de pierrot, dibujando una lágrima
en fuga, en mi blanca tristeza.
Cuando
lo ordenas, vuelvo a ser la sombra de tu sombra, el perro fiel. Cuido tu
siesta,
debajo
del naranjo, detengo a los pájaros en vuelo. Silencio a la cigarra. Cierro las
nubes, bebo tus sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario