Recuérdame
Bésame, en el punto exacto,
donde nacen las pasiones.
Abrázame, no dejes,
que vuele hacia el ayer.
Háblame bajito.
Susúrrame,
que olvidaré otras voces con tu voz.
Quiéreme, tanto,
que cada línea,
de la palma, de tu mano
te lleve a mí.
Deséame, después,
que el deseo esté agotado.
Invócame, en las noches frías
cuando la soledad,
duerma del lado izquierdo.
Júrame,
que el sabor ancestral de tu cuerpo,
es solo mío.
Recuérdame, mañana,
cuando me busques y no esté.
Un poema dulce, sensual, un ruego infinito y bello. Muy bonito. Un saludo cordial.
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