Viento
del Este.
Aspiro el
viento del Este, llega envuelto en la humedad del río.
Debo
hacer un esfuerzo. Despegar los párpados, mirar el cielo, enfocar la estrella
solitaria que brilla a la izquierda de la Cruz del Sur.
El silencio colma mis oídos. No debo apartar
la mirada, el haz de luz me marcará el
camino.
Ella vendrá a buscarme y el viento del Este
aromará a nardos.
Dolores Fernández.
¿Cómo?
El hacha cayó feroz, cortando la vida.
Sin pena, amontonó los restos debajo del
alero. No le importaron los pájaros que clamaban asustados, ni el perro viejo que
dormitaba a la sombra,
Sí le preocupó, encontrar las palabras para
explicarle a la niña que ya no volaría
aferrada al columpio.
¿Como decirle? Que un árbol, además de cobijar
nidos y prestar alas para alcanzar el cielo, puede calentar el invierno de los
pobres.
Dolores Fernández.
Positivo.
Resultado; Positivo.
Según como se mire. Puede ser el final. Adiós planes, proyectos.
Adiós.
De lo
contrario, puede ser un canto a la vida .La respuesta a una plegaria, la esencia de un sueño.
Las baldosas desparejas no permiten que apure
mis pasos. En el bolsillo se humedecen las ocho letras que marcan un destino,
dos, tres. Positivo.
En los próximos días, semanas, meses. ¿Como
será mi vida?
Quizá tu abrazo me exorcice y borre los signos
que naufragan en mi puño.
Tal vez viva en minutos el resto de mi
historia.
Quizá deba abrir los ojos al cruzar la barrera.
Dolores Fernández.
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